Quiero expresar mi más sincero agradecimiento y aprecio por todo el apoyo que nos brindaron a mi esposo Bob, a mí y a nuestra familia cercana en estos últimos diez meses.
Los enfermeros, asistentes y trabajadores sociales estaban muy capacitados y eran genuinamente amorosos. Una vez por semana venía un enfermero, y dos veces por semana venía un ayudante para bañarla.